No importa cuántas veces hayas cantado la misma canción ni el tamaño del escenario: cada show es una primera cita con el público. Para llegar con la energía y la emoción en su punto exacto, he desarrollado pequeños rituales que me centran, protegen mi voz y me recuerdan por qué hago música. Hoy quiero compartirlos contigo; quizá te inspiren a crear los tuyos, ya seas músico, deportista o simplemente alguien que necesita un empujón de confianza antes de enfrentar su propio “escenario”.
1. Respirar como si el ensayo empezara de cero
Treinta minutos antes del show, pido un espacio a solas. Cierro los ojos y hago tres series de respiración diafragmática: inhalo contando hasta cuatro, retengo dos segundos y exhalo en seis. Esta sencilla técnica no solo abre mis pulmones; también aquieta la mente —auténtico antídoto contra el pánico escénico.
2. El té de jengibre que heredé de mi abuela
Mi abuela Margarita siempre dijo que el jengibre y la miel “untan la voz de cariño”. Su receta lleva:
- 1 taza de agua caliente
- 1 cucharadita de jengibre rallado
- Un chorrito de limón
- Miel al gustoLo bebo despacio para calentar cuerdas vocales y corazón a la vez.
3. “La lista de los porqués”
Justo antes de salir, repaso mentalmente tres razones por las que esa noche debe ser inolvidable para la gente que pagó su entrada:
- Alguien celebrará un aniversario con mi música de fondo.
- Alguien cantará conmigo una canción que le ayudó a sanar.
- Alguien escuchará mi voz por primera vez y decidirá regresar.Recordar mis “porqués” transforma los nervios en gratitud.
4. El apretón de manos con la banda
Cinco minutos, backstage: formamos un círculo, nos miramos a los ojos y todos repetimos “¡Salsa con alma!” mientras chocamos los puños. Este gesto —mezcla de complicidad y buen humor— alinea nuestra energía en un solo latido musical.
Justo al pisar el escenario, hago un pequeño giro de caderas y deslizo el pie izquierdo hacia atrás, como cuando era niño y bailaba frente al espejo de la sala. Es mi recordatorio de que, antes que cantautor, soy fan de la salsa; ese niño curioso sigue aquí.
5. Un paso de baile para espantar el miedo
Esos cinco rituales me han acompañado por más de 15 años de carrera. No garantizan la perfección, pero sí me aseguran salir a escena con el corazón abierto y la voz lista para contar historias. Si tienes tus propios hábitos antes de enfrentarte a momentos clave, ¡cuéntamelos en los comentarios! Quizá tu ritual se convierta en parte del mío para la próxima gira.
Con la energía de siempre,
Nacho